El recuerdo de tu imagen aún sigue conmigo
has de tomar mi mano con cariño casi asesino,
de mirarme dulcemente y susurrar en mi oído
palabras indescifrables que solo yo concibo.
Te tomo de la mano y aspiro tu perfume
eres fragancia que tanto necesito,
llenas de tu néctar mi corazón sediento
¿Eres el veneno o eres el antídoto?
Has de aprisionarme entre tus brazos
y tendrás que darme muerte bella
ángel que me acechas desciende de tu cielo infinito
levántame benignamente y llévame lejos…
Eres como la noche que siempre me cubre,
inmensa y profunda, de misticismo desconocido,
tus ojos se clavan en mí y no siento dolor más dulce.
¿Eres el dolor o eres la cura?
Los astros han de adornarte como dos hermosos pendientes de perla,
la luna se inclina hacia ti
y yo te miro a lo lejos suspirando
para sentir como poco a poco me pierdo en tu sombra inmensa
¿Eres obsesión o eres locura?
Tus brazos me enredan y te siento cada vez más cerca
y despues ¡qué pasara?...
Hemos de ser uno solo,
de conjugar el verbo amar o simplemente seremos un ciclo más,
seremos tan eternos como el tiempo que nos asedia,
hemos de ser estatuas que se miren fijamente
Hermoso sea el momento en que te vi... pero malditos sean mis ojos que me hicieron necesitarte…
Joseph A. Lara Rodríguez
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